Cómo solicitar un certificado energético

Alia al día

El certificado de eficiencia energética y su correspondiente etiqueta influyen en la valoración del inmueble y son obligatorios en toda compraventa o arrendamiento.

Juan José Cortés García, director de Administración

El sector inmobiliario es crucial en la lucha contra el cambio climático. No en vano, las viviendas generan el 40% de todas las emisiones a la atmósfera de dióxido de carbono (CO2) en Europa. La transformación sostenible del Real Estate ha ido modificando los aspectos esenciales a la hora de realizar cualquier operación inmobiliaria, empezando por la propia valoración de la construcción que, hoy en día, depende en gran medida de su eficiencia energética y su grado de sostenibilidad.

En España este proceso de evaluación sostenible se realiza y verifica a través de los llamados certificados energéticos regulados por Real Decreto 235/2013, de 5 de abril, según el cual, todo inmueble construido debe contar con un certificado de eficiencia energética para su compraventa o arrendamiento con el fin de informar sobre grado de responsabilidad en el uso energético de la vivienda, impulsando así las construcciones sostenibles.

Si bien, queda mucho por hacer. Los datos que maneja el sector son que el 40% del parque de viviendas de nuestro país tiene más de 50 años, lo que indica que queda mucho trabajo en rehabilitación para obtener mejoras energéticas. Hoy, para que un inmueble sea considerado eficiente debe implementar medidas que impliquen un ahorro del 30% del consumo. Ahora bien, esas soluciones no tienen el mismo impacto en todas las localizaciones y será necesario acometer una auditoria geográfica para establecer criterios homogéneos según qué zonas.

¿Qué es un certificado energético?

Son justificantes de competencia autonómica realizados por un técnico autorizado (ingenieros, arquitectos o técnicos especializados) requeridos por el Ministerio de Industria, Energía y Turismo en la compraventa o alquiler de inmuebles. Este documento debe incorporar todos los aspectos energéticos del domicilio, sobre todo, para permitir una mejor evaluación, calificación y valoración de todos los elementos que conforman el inmueble.

¿Cómo conseguir un certificado energético?

Para solicitar el certificado de eficiencia energética debes porte en contacto con un técnico cualificado y autorizado. Puedes elegir libremente a qué persona contratar, pero tienes que asegurarte de que sea un experto para que el certificado tenga validez. Los perfiles profesionales que suelen elaborarlo son arquitectos o arquitectos técnicos. Puedes contratarlos a través de las sociedades de tasación.

Una vez que tienes en tu poder el certificado energético, debes registrarlo presentándolo en el organismo oficial competente de tu comunidad autónoma.

¿Caduca mi certificado energético?

Efectivamente, tendrá una validez de 10 años y el propietario será responsable de la renovación o actualización conforme a lo que establezca el órgano competente de la comunidad autónoma donde se sitúe, que deberá vigilar y comprobar el cumplimiento de la obligación de contar con el certificado de eficiencia energética en función de los establecido en el artículo 10 del real decreto.

¿Qué ocurre si no dispongo de uno o no lo tengo en regla?

El legislador establece un régimen sancionador con tres tipos de penas (leve, grave y muy grave) que van desde 300 hasta 6.000 euros. Constituirán infracciones leves publicitar la venta o alquiler de viviendas que deban disponer de certificado sin mencionar su calificación o no exhibir la etiqueta de eficiencia. Infracción grave será no presentar el certificado ante las instituciones para su registro o exhibir una etiqueta que no se corresponda con el certificado real. Una infracción muy grave se contempla en el caso de falsificación de la información en la expedición o registro de los certificados, o publicitar un certificado que no esté registrado, por ejemplo.

¿Qué es la etiqueta energética de mi edificio?

Una vez obtenido el certificado de eficiencia energética la comunidad autónoma en la que se encuentre el activo otorgará la denominada etiqueta de eficiencia energética. En ella deben venir correctamente indicados todos los datos relacionados con el edificio y una escala de la calificación sostenible, bajo una serie de criterios uniformes, con unas flechas de colores que tienen diferentes letras desde la letra A hasta la G, donde la letra A representa la mayor eficiencia energética y la G la menor. Según la calificación obtenida el valor del activo varia al alza o a la baja. Por último, debe indicarse la fecha de validez de la etiqueta (y del certificado de eficiencia energética del edificio) además de incluir la bandera de la Unión Europea.

A nivel internacional, y más concretamente en Europa, se plantea la necesidad de establecer unos criterios de clasificación energética y análisis de la sostenibilidad uniformes. Es por ello, que se viene trabajando en el sello europeo, una iniciativa de la European Mortgage Federation (EMF), cuyo objetivo es garantizar que las hipotecas cumplan con todos los criterios internacionales que definen un producto financiero verde. Esta certificación está pensada para reunir y presentar de forma unívoca la información estadística y cuantitativa de las hipotecas verdes, una especia de etiqueta de eficiencia europea común.

Aunque a corto el camino por recorrer aún es lago, el impacto que tendrán esas medias a medio y largo plazo son enormemente interesantes. La ecuación es sencilla, a mayor eficiencia y sostenibilidad mayor será el valor del inmueble.


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