¿Estas pensando en la compra de una vivienda para luego alquilarla como inversión? Te contamos las claves que tienes que tener en cuenta para rentabilizar la operación.
Patricia Alcocer, directora de Proyectos.
Si cuentas con fondos propios para encarar la inversión de la compra de una vivienda, lo que debes estudiar es la rentabilidad que le exiges a la operación. Estos son los tres elementos a considerar:
- Fija la renta razonable que puedes obtener realizando un estudio de mercado de la zona.
- Calcula la renta bruta anual y aplica un porcentaje de ocupación en base a lo que previsiblemente vaya a estar desocupada la vivienda.
- Descuenta los gastos asociados al arrendador (generalmente cuota de comunidad, seguros, IBI y declaración de los rendimientos en el IRPF).
Obtendrás la renta neta anual, que, dividida entre la inversión, te dará la rentabilidad de la operación. No olvides que, a mayor rentabilidad, mayor riesgo.
Si para realizar la inversión, requieres de financiación bancaria, a la operación anterior, hay que sumar a los gastos anuales, los intereses del préstamo hipotecario asociado a la compra.
Es recomendable que antes de lanzarte a la compra, hagas números para que inversión no se convierta en una mala decisión.