Tendencias en el sector inmobiliario en la fase post Covid-19
Espacios más abiertos, virtualización de las visitas, apps para reservar puestos de trabajo, oficinas en la vivienda… El coronavirus va a traer nuevos usos de los inmuebles, una mayor digitalización de servicios y el impulso de segmentos como la logística y las viviendas en alquiler, que ya vivían su momento de gloria, pero ahora se ven reforzadas.
Fernando Vives, MRICS Registered Valuer y director Ejecutivo de Alia Tasaciones
En tres meses, la pandemia del Covid-19 ha cambiado nuestras vidas a nivel sanitario, social y laboral. Una transformación que en el sector inmobiliario supone la aparición de nuevos servicios de la mano de la digitalización, un aldabonazo al e-commerce, lo que implica impulso a la logística, una mayor demanda en el segmento residencial del alquiler y un lavado de cara del modelo de oficinas. Veamos cuáles son las tendencias en el Real Estate en la fase post Covid-19:
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Segmento residencial: impulso al Built To Rent
La fotografía actual del segmento residencial muestra una caída de los indicadores de confianza ante el temor a la pérdida de empleo y una acentuación de la precariedad laboral que va a provocar el retraso de decisiones de compra en familias y cerrar todavía más la puerta de acceso a la vivienda a los jóvenes.
Con este panorama, el mercado de compraventa se va a resentir en favor del alquiler. Sin embargo, nuestro país sufre una enorme falta de parque destinado al arrendamiento. A partir de la pasada recuperación económica, el segmento comenzó a crecer acusando un fuerte desequilibrio entre oferta y demanda que no se ha ajustado. Ante esta situación, comenzó a crecer una figura conocida fuera de nuestras fronteras y que ahora va a tomar impulso: el Built to Rent, donde se configuran proyectos residenciales pensados exclusivamente para el alquiler.
Interés inversor no falta, y ya se estaban viendo fórmulas mixtas donde fondos institucionales y promotoras van de la mano para sacar adelante estos proyectos que también se topan con barreras administrativas, por la falta de agilidad en la tramitación de las licencias y la escasez de suelo.
La virtualización de las visitas a partir de software de recreación de las viviendas con tecnología de realidad virtual e inteligencia artificial era algo que ya se había experimentado, pero que ahora cobra fuerza para volver a atraer a la demanda. Del mismo modo, se va a acelerar la digitalización de la tasación, lo que va a permitir que los informes lleguen al cliente en tiempos récords.
En cuanto a las futuras promociones residenciales, ya contemplan espacios para el teletrabajo en zonas comunes y/o en las propias viviendas.
Segmento de oficinas: paso al teletrabajo
El mercado de oficinas estaba experimentando un resurgir de la mano de organizaciones que se mudaban de la periferia al centro de las ciudades y del coworking. Pero ha tenido que llegar una pandemia para que nos demos cuenta de que podemos trabajar en remoto con la misma -o más- eficiencia.
El teletrabajo va a ser una realidad para muchos y eso va a dejar en desuso miles de metros cuadrados de oficinas que tendrán que reconvertirse en espacios de coworking o en otros usos. Aquellos edificios que por sus características o antigüedad no se puedan adaptar a las necesidades de las empresas se van a ver afectados. La distancia mínima de seguridad va a reducir a la mitad la capacidad de las oficinas, lo que obliga a gestionar los equipos por turnos de rotación con jornadas semipresenciales.
Seguiremos yendo físicamente a los centros de trabajo, pero los puestos dejarán de ser fijos. Cada día nos acompañará el portátil y ocuparemos una mesa que previamente habremos reservado a través de apps. Las aplicaciones nos permitirán hacer uso de todas las salas y servicios del edificio haciendo más eficiente la ocupación de los inmuebles.
Pasillos unidireccionales, gestión de zonas comunes, tecnología contactless… Sin duda, los edificios de oficinas van a ser cada vez más inteligentes.
Segmento logístico: última milla
El segmento que ha demostrado ser crucial durante la crisis sanitaria es el logístico. La cercanía con el cliente ha sido clave para poder garantizar la distribución de pedidos, esa última milla convertida hoy en una ventaja competitiva para el retail, físico u online.
Y casi todo está por hacer. A excepción de Barcelona, el resto de grandes urbes adolecen de un sector logístico fuerte, no solo dentro de los centros urbanos, sino también en la periferia. La ausencia de grandes naves de almacenamiento fuera de las ciudades y la falta de espacios menos ambiciosos dentro de las mismas obliga a buscar fórmulas para satisfacer una demanda que ha perdido el miedo al e-commerce.
Fórmulas de Click & Collect dentro de las tiendas o en aparcamientos de centros comerciales son algunas de las iniciativas que ya están rodando, pero que a todas luces son insuficientes para lo que está por llegar.
Segmento retail: experiencias y cercanía
Todavía sentimos la necesidad de ver, tocar, oler, sentir, experimentar… Lejos de morir, el segmento retail, que ya estaba viviendo un lavado de cara, va a acelerar el cambio de look que estaba acometiendo para hacer frente al e-commerce, convirtiéndose en espacios de entretenimiento para los consumidores.
Convencidos ya de la obligada omnicanalidad, a los gigantes de este segmento les ha surgido un nuevo rival que antes de la pandemia parecía condenado. El comercio de barrio ha visto cómo esa cercanía con el cliente, esa última milla a la que grandes del sector tienen dificultades para llegar, ha sido su gran baza con la entrega a domicilio de los pedidos. Del mismo modo, el segmento de la restauración ha sabido también aprovechar su proximidad para digitalizarse y gestionar los repartos a golpe de click.
Si las estimaciones de crecimiento poblacional en las urbes ya dibujaban unas ciudades creciendo a lo alto, con la pandemia esta tendencia se acentúa para dejar hueco a espacios comunes más amplios y a nuevas fórmulas de logística.