Los trasteros se han convertido en un espacio muy demandado, a la vez que escaso en los núcleos urbanos. Esta casuística hace que su potencial como inversión sea atractivo. Conoce cuáles son los aspectos que influyen su valoración.
La falta de espacio para almacenaje en viviendas y lugares de trabajo o tener que guardar enseres puntualmente por reformas o mudanzas temporales hacen cada vez más necesarios los trasteros. Ante esta necesidad es conveniente conocer las características más relevantes de estos inmuebles que, además, determinarán su valor para posibles transacciones a futuro.
Vamos a ver qué aspectos debemos considerar y cómo se realiza su tasación.
Factores que influyen en la valoración de un trastero
Podemos destacar cinco aspectos:
- Superficie
- Morfología
- Ubicación
- Accesibilidad
- Seguridad
Superficie
El principal aspecto a tener en cuenta en la tasación de un trastero es el tamaño de este espacio. Como es obvio, cuantos más metros cuadrados útiles tenga, mayor será su valor. Pero en la superficie no solo se contemplan los metros cuadrados, sino también la altura, ya que unos techos bajos reducirán el espacio destinado a almacenaje
En este sentido, la existencia de instalaciones como los conductos del aire, desagües o calefacción, así como bajo escaleras reducen la amplitud y hacen que la valoración del trastero sea también inferior.
Morfología
La forma en la que está construido también incide en la valoración final del trastero. Cuanto más regular sea, más fácil será aprovechar el espacio del que se dispone. La existencia de columnas, ángulos cerrados en lugar de rectos o esquinas difíciles de utilizar lastran su uso y, por tanto, su valor.
Ubicación
Su emplazamiento en el municipio y, especialmente, en los núcleos urbanos, donde escasea este tipo de elemento, es clave para incrementar el valor de dicho espacio. Habitualmente, en el centro de las ciudades las viviendas son más antiguas, suelen ser de menor tamaño y no disponen de estos elementos porque en el momento de su construcción no se consideraban necesarios. A las afueras, y en especial en viviendas de nueva construcción, suele ser habitual que cada casa cuente con uno, por lo que, al haber más cantidad, reduce la demanda y, en consecuencia, su valor.
Accesibilidad
El acceso, tanto por su ubicación dentro del edificio, como por la propia puerta por la que entrar al trastero también posibilitan que el valor de este habitáculo sea mayor o menor, en función de si es fácil acceder para personas y vehículos y las dimensiones de la entrada y su apertura. En este sentido, y en la medida de lo posible, es mejor puertas que se abran hacia fuera para no invadir espacio de almacenamiento.
Dentro de la accesibilidad también es importante el ascensor y proximidad a rampas, con recorridos cortos y sin obstáculos como columnas o plazas de aparcamiento
Otro aspecto a tener en cuenta es que se permita un acceso 24x7x365, para así permitir un uso más adecuado a las necesidades de todo tipo de usuarios.
Seguridad
La existencia de conserje, alarmas de seguridad y sistemas de vigilancia incrementa el valor de este espacio.
Cómo valorar un trastero
Teniendo en cuenta los anteriores factores y, al igual que otros inmuebles, para la valoración se pueden utilizar varios métodos según el caso:
- Comparación, siempre que existan ofertas de trasteros en venta en número suficiente.
- Coste, en caso que no fuera posible el método anterior, aplicaríamos el método del coste que es el valor de repercusión de suelo más el coste de construcción.
- Máximo legal, cuando se trate de trasteros vinculados a viviendas protegidas, estando su valor limitado por la normativa autonómica.
- Actualización de rentas, si se encontrase alquilado.
La fórmula idónea para garantizar una valoración óptima es recurrir a profesionales que estén especializados en medir y comparar las peculiaridades de cada trastero, garantizando así que la tasación que se otorgue responda a la realidad de cada habitáculo.
Potencial de inversión
La necesidad generada por la falta de espacio, mencionada anteriormente, hace que los trasteros sean considerados una inversión con buenas perspectivas, especialmente en el centro de núcleos urbanos donde es fácil alquilarlo.
Aprovechando esta necesidad generada han surgido dos tipos de inversores, el profesional, que adquiere locales con poco atractivo comercial o naves y los transforma en trasteros destinados al alquiler, y el pequeño inversor que dispone de unos ahorros y compra un trastero para el arrendamiento.
Por otra parte, la cuantía económica inicial a desembolsar es más reducida que para otros espacios similares, como las plazas de garaje. Además, hay que tener en cuenta que el mantenimiento de un trastero es muy asequible, con gastos fijos de pequeña envergadura (conexión eléctrica, cuota por comunidad de propietario, seguridad en algunos casos) y gastos ocasionales, por ejemplo, por humedades que pueden producirse en los bajos o por rotura de instalaciones de paso.
De este modo, con una pequeña inversión que no suele necesitar financiación se puede percibir una renta mensual que, a medio plazo, llega a alcanzar una rentabilidad de un 5%.
Si necesitas realizar una tasación de un trastero, ponte en contacto con nosotros y nuestro equipo técnico te ayudará a obtener una valoración ajustada al mercado.