Palancas para revalorizar un local comercial

La pandemia obliga a los comercios, sea cual sea el formato, a reinventarse ante un consumidor que ha cambiado sus hábitos. Los principales aspectos para aumentar el valor del local comercial pasan por una ubicación prime, sostenibilidad y seguridad.  

Comercio

Mónica Hecht, arquitecto técnico, validador de Alia Tasaciones.

La necesidad de sentirnos seguros tras la pandemia, el sustancial incremento de costes a causa de la elevada inflación y el cambio de política monetaria con la subida de tipos introducen nuevas presiones en el sector ‘retail’, uno de los principales mercados afectados por la crisis sanitaria, obligado a reinventarse para competir en un mercado cada vez más exigente.

Si antes de la crisis sanitaria, el ocio y la experiencia eran los reclamos de los centros comerciales, en estos tiempos la seguridad se ha convertido en el principal driver. La demanda de los consumidores por hacer la compra en espacios seguros, ha inclinado la balanza hacia las grandes superficies, con mayor capacidad de adaptación a las medidas de seguridad para realizar con todas las garantías.

Al mismo tiempo, nos encontramos con un consumidor que ahora planifica sus visitas y que ha perdido el miedo al comercio electrónico. Es muy frecuente que acuda a las tiendas físicas a ver, tocar y probar, pero el pago se hace de forma virtual. De hecho, todavía un 56% de los compradores aún prefiere visitar una tienda antes de realizar la compra online, según un informe de Retail Dive.

Son desafíos que afectan tanto a grandes superficies como pequeñas. Ya sea un local comercial de barrio como un establecimiento integrado en un centro comercial, todos están obligados a un lavado de cara para adaptarse al nuevo consumidor, que cada vez pasa menos tiempo en estos espacios.

En este contexto, podemos identificar tres palancas de revalorización de un local comercial: ubicaciones prime, sostenibilidad y seguridad. Veamos cada una de ellas.

Ubicación

La localización sigue siendo el principal vector para cuantificar el valor de un activo inmobiliario. A nivel de local comercial en urbes, las zonas prime minimizan el riesgo inversor y son, a la postre, la principal baza de revalorización del activo a largo plazo.

A nivel de grandes superficies, hay que distinguir entre dos tipologías, el tradicional centro comercial que alberga a diferentes operadores en un mismo edificio versus el parque comercial. Este último, también conocido como parque de mediana, empieza a coger fuerza por sus características particulares. Está ubicado en la periferia y cuenta con mayores espacios al aire libre, acceso a los locales desde la calle y aparcamiento exterior. Los restaurantes que alberga suelen tener terrazas y dispone de zonas de coworking.

Tanto centros como parques comerciales, suelen tener un operador que hace de gancho, y en estos tiempos postpandemia la alimentación es el caballo ganador. También siguen pesando marcas de moda exitosas.

De cara a su revalorización, se puede facilitar su accesibilidad desde la vía pública, eliminando barreras arquitectónicas, como por ejemplo cambiar escaleras por rampas de acceso, mejorar su identificabilidad, es decir, hacer que el local sea fácilmente visible o llame la atención por alguna circunstancia y, como se ha mencionado, proporcionar facilidad de aparcamiento.

Sostenibilidad

Ya sea con el uso de materiales naturales, la implementación de fuentes energéticas renovables, la adoptación de medidas sostenibles (eliminación de bolsas de plástico, ticket de compra electrónico, entrega a domicilio) o la adquisición de sellos y certificados energéticos, esto último, obligatorio en caso de venta o arrendamiento.

Seguridad

De forma transversal, la protección de la salud del consumidor marca las anteriores palancas, desde la elección de la ubicación, hasta la combinación de las compras online y el fomento del servicio a domicilio, pasando por la sostenibilidad.

En cuanto a la homogeneización de las muestras de mercado aportadas a la hora de valorar un local comercial se consideran aspectos como la ubicación, superficie del local, acondicionamiento, relación fachada/fondo, características comerciales, etc. Sin embargo, no se tienen en cuenta en la valoración los acabados e instalaciones no polivalentes.

En definitiva, la tienda física no tiene los días contados, todo lo contrario. Es más, operadores nativos digitales (Amazon, AliExpress y startups) están abriendo establecimientos que les ayudan a ser más competitivos y ágiles, especialmente en la llamada última milla (distancia entre el cliente y la distribución del producto).

No queda otra que reinventarse o morir. Adaptarse a las nuevas tendencias identificando nuestras debilidades para tomar medidas correctivas que sirvan para revalorizar el local a medio-largo plazo, ya sea para una eventual venta o incremento de renta.